Se dice que el miedo que se tiene a ir a una residencia es equiparable con el que se tenía al ir a la mili donde se ridiculizaba a la gente y se pasaba mal; no obstante, se habla que lo importante es que la decisión de ingresar en una residencia sea propia y no impuesta, ya que esto cambia bastante la situación.
El protagonista había hecho toda la vida lo que le había
dado la gana, había nacido en 1945 y recibido una educación católica y tradicional,
pero no había tenido problemas de traicionar esos principios, se casa con una
mujer rica a la que engaña, sin ningún problema.
La relación de su hijo con Joserra le parece rara, pero la
admite y él mismo se extraña de que la admita tan fácilmente. Hablamos de que
la gente joven ve la homosexualidad como algo normal.
Otro comentario abunda en que el libro da como unas
pinceladas de la vida de una persona que reflexiona y va hilvanando su vida, es
como un ajuste de cuentas consigo mismo, se arrepiente de cómo ha tratado a su
mujer y le queda muy grabado el recuerdo de Antonia, quien realmente le ha
dejado huella.
La pandemia es vista con una cierta distancia, pero
recordamos que era una situación de mucho pánico, el miedo lo podía dominar
todo y se habla de que la sociedad ante estas situaciones extrañas se agrupa
igual que los rebaños para protegerse. Comentamos que en la vejez los miedos
cambian, ahora con la digitalización hay mucha gente mayor con dificultades
para comunicarse con la Administración y con los bancos. También se habla de
que según la edad la forma de relacionarnos con extraños cambia, está reflexión
se aporta después de haber presenciado un encuentro entre una persona mayor
pidiendo dinero y otra más joven que no sabía cómo reaccionar.
Hemos destacado alguna de las reflexiones del libro que nos
han parecido interesantes:
El lema de aquella época (franquismo): hijo tú no te
signifiques.
La felicidad no es tan importante como dicen, la vida es
más grande.
Lo que nos impide ser libres es el miedo.
No hay que vivir como si fuera nuestro último día, sino
como si fuera el último día de los demás.
El final del libro es el único posible y la idea que le deja
a su hijo: Sé feliz y vive despacio. Ya te dicho que te quiero, aunque
muchas veces te haya querido mal nos ha parecido interesante.
Terminamos hablando de que se vive más feliz si se disfruta
de libertad y se participa en proyectos colectivos para mejorar de la sociedad.
Se propone el calificar los libros que leemos según sean o
no recomendables para otras personas con una puntuación del 1 al 5, a este se
le otorgan 4, 3 y 2,5 puntos. Quedaría en: